Seguro que la primera respuesta ya se te ha pasado por la cabeza.: el ahorro es sinónimo de tranquilidad para el futuro. Ahorrar parte de nuestros ingresos es vital por muchas razones obvias, pero vamos a indagar un poco en sus beneficios más allá de la estabilidad económica.
Todos hemos escuchado desde pequeños que la lección más importante sobre el dinero es aprender a no gastarlo todo. Para un imprevisto, para un gasto futuro, para poner en marcha cualquier proyecto. Que ahorrar es muy importante se repite como un mantra en todas las casas, sean de la condición social que sean, y en todos los blogs de educación financiera.
Los beneficios a nivel económico están claros y se podrían resumir en dos palabras: TENER LIQUIDEZ. Y si afinamos un poco, disfrutar de una menor presión en tu economía.
Pero más allá de ese primer estadio, hay otras razones por las que te beneficiará no ser un “manirroto”.
Controlar tus impulsos
Está bien consumir, pero no hace falta tenerlo todo ni ahogar nuestra economía con cosas que probablemente no necesitamos. Ni la casa más grande ni el coche más potente o el último smartphone son imprescindibles, pero la tranquilidad de tener unas finanzas estables sí es esencial.
Practicar la metodología
Ahorrar no es simplemente una cuestión de apartar algo de dinero y no gastarlo. Como ya sabes, es una tarea bastante complicada para la mayoría, empezando por el estudio de tus ingresos y gastos, siguiendo por la elaboración de un presupuesto mensual y concluyendo con la elección de un método de ahorro. Requiere de una gran fuerza de voluntad y del método que elijas. Ya sea el preahorro, el kakebo o los seis sobres, entre otros métodos, la fórmula elegida tendrá un rol importante en el éxito o el fracaso de tu plan de ahorro, ya que debe ajustarse a tu personalidad y estilo de vida.
Mejorar tu salud mental
No estar atado a la necesidad de gastar y sentir que tienes el control sobre tus finanzas sin duda repercutirá muy positivamente en tu estado de ánimo y salud mental. El gasto incontrolado o compulsivo genera problemas de ansiedad y la sensación de que el control de tu economía se escapa de tus manos puede provocarte serios problemas de estrés y depresión. ¿Merece la pena?
Transmitir un valor a tus hijos
Ellos tienen que aprender esa misma lección y el ejemplo es la mejor enseñanza. El ahorro puede ser incluso un juego en familia, con objetivos concretos como un viaje que podáis hacer juntos. Crearás un hábito positivo en los más pequeños de la casa y tendréis una nueva afición que compartir.
Trabaja tu solidaridad
Cuando no vives agobiado por las deudas ni por la llegada del final de mes, puedes emplear tu dinero en ayudar a otros, como una causa social que te importe o incluso permitirte prestarle dinero a un amigo o familiar en un apuro.
Tener libertad financiera
Quizás el beneficio más claro. Cuando ahorras no solo estás guardando dinero si no que además estás generando más riqueza potencial. Si consigues tener dinero “de sobra”, puedes decidir más libremente como utilizarlo, por ejemplo, depositándolo en una cuenta de ahorro, adquiriendo productos de inversión o bienes raíces que te permitan obtener una rentabilidad del dinero ahorrado y que se traduzcan en mayor libertad financiera.
En definitiva, el ahorro es el aprendizaje obligatorio cuando se empiezan a percibir ingresos y cuanto antes empecemos a asentarlo, mejor. Y ¿qué mejor momento para plantearnos un nuevo objetivo de ahorro que el comienzo de un nuevo año?