La fijación de objetivos es una tarea primordial en cualquier proceso. Llegar a cumplirlos es lo que nos llevará al éxito y a la tranquilidad por tener nuestras finanzas en orden. No es necesario ser un empresario para preocuparse por esto; la economía personal es igual o más importante, ya que define cómo viviremos. Te vamos a sugerir cinco objetivos que pueden interesarte y que podrás conseguir con un poco de empeño. ¡No te los pierdas!
¿Cómo se establece un objetivo?
Antes de sugerir objetivos, vamos a pensar en cómo se deben establecer, ya que quizás no todos los que propongamos se ajusten a los que te convienen por la naturaleza de tu economía. Quizás tienes controlados los gastos y lo que necesitas potenciar son los ingresos. Esto dependerá de cada uno.
Lo primordial es que los objetivos sean siempre personalizados, factibles, concretos, fructíferos y acotados. ¿Y por qué?
- Personalizados: Deben estar adaptados en primera instancia a ti. Dependen siempre de tus ingresos y gastos, y deben atenerse a ellos.
- Factibles: Las metas no deben ser demasiado complicadas; el objetivo es conseguirlos y no desanimarnos. Es mejor marcarse varias metas previas hasta conseguir un objetivo final que pensar solo en un objetivo final que puede estar lejano.
- Concretos: Debe ser preciso y aspirar a cifras concretas, para no parar hasta llegar al punto marcado.
- Fructíferos: Debes poder percibir la mejoría con las acciones que tomes. Lo importante está en esa percepción.
- Acotados: Hay que conseguirlos en un tiempo determinado, o no sentiremos ningún tipo de presión para alcanzarlos. Es mejor si no están demasiado alejados en el tiempo.
¿Por qué marcarse objetivos?
Cuando queremos andar, necesitamos un camino que seguir, y los objetivos serán nuestra ruta. Lo más importante en ésta es que sea factible y que no nos cueste un esfuerzo desmesurado, por eso los objetivos deben ser realistas. Igual que no pondríamos a alguien que no está acostumbrado a hacer deporte a hacer una ruta empinada y peligrosa, lo mismo debe ocurrir con los objetivos. Si ahorras 100€ al mes, no sería realista querer ahorrar 1000€ en seis meses. Pero sí podríamos buscar la forma de llegar a los 150€ de ahorro.
Teniendo claro este objetivo de incrementar unos 50€ extra nuestra capacidad de ahorro, podremos afrontar posibles problemas que encontremos, ya que tenemos claro cuál es el extra con el que queremos contar en un periodo breve. Si aparece un contratiempo y un mes no podemos aumentar el ahorro, podremos retomarlo al mes siguiente, y seguir viendo cómo nos acercamos el objetivo. Esta sensación de avance hará que nos sintamos más realizados y que tengamos una actitud positiva.
Con todo esto establecido, procedemos a mostrar cinco posibles objetivos para que los adaptes y puedas comenzar a trabajar en ellos:
Cinco objetivos para inspirarte
1. Aprender sobre gestión financiera
Nunca es un mal momento para aprender a gestionar el dinero para optimizar su rendimiento. Además de ganarlo, hay que saber gestionarlo con conocimiento.
2. Comenzar a invertir
En línea con el objetivo anterior, no es mala idea usar tus ahorros para activar la economía y obtener rendimiento de ellos mediante la inversión. Si no quieres complicarte demasiado, recuerda que tienes depósitos y cuentas de ahorro que harán que puedas obtener algo de beneficio solo por tener este dinero.
3. Controlar los pequeños gastos
En nuestra vida cotidiana tendemos a comprar pequeñas cosas o darnos pequeños placeres que a la larga y sumando dejan de ser un gasto pequeño. Hacer un análisis de ello y mirar si en la práctica son rentables o, por el contrario, estamos malgastando el dinero puede ayudar a sanear nuestras cuentas.
4. Controlar tu presupuesto
Ganamos y gastamos y la cuenta no llega a quedarse vacía. Pero esto no es suficiente, hay que conocer la naturaleza de los gastos. Igual no esperabas gastar más en moda que en comida. Para eso existen herramientas de diagnóstico donde podrás ver qué haces con tu dinero, categorizado y mostrado de forma esquemática, para que puedas identificar tus gastos y valorar posibles cambios.
5. Ahorrar todo lo posible
Si no tenemos unos ahorros considerables, podríamos vernos en algún apuro cuando tengamos algún gasto inesperado. Para tener más dinero ahorrado es tan sencillo como aumentar la cantidad de dinero que guardamos cada mes. Algo que puede hacerse justo después de conseguir los dos objetivos anteriores de control de los pequeños gastos y del presupuesto.
Todos estos objetivos son compatibles entre sí. Puedes adoptar todos o sólo algunos. Pero las cifras las pones tú; adáptalos a tus finanzas y recuerda siempre optar a metas que puedas conseguir con relativa facilidad, para más adelante seguir aumentándolas hasta alcanzar tu objetivo final.