Ganar la lotería parece seguir siendo el sueño de muchas personas. Pensar que nuestra combinación de números puede vencer la estadística y cambiar nuestra vida de la noche a la mañana es algo que vemos año tras año cuando llegan los principales sorteos… Ahora bien, ese cambio de vida… ¿Es para mejor?
La participación en la lotería estatal ha vuelto a aumentar con respecto al año anterior, como puede verse reflejado en los datos de la Secretaría General de Consumo y Juego. Los españoles siguen buscando que el azar los recompense y poder “tapar algunos agujeros” o “darse algún capricho” como suele escucharse en las entrevistas que se les realizan a los ganadores. Sin embargo, la realidad de los premiados, en la mayoría de las ocasiones, está lejos de ser el sueño idílico que esperaban.
Las probabilidades están en contra de los premiados
Como indica la propia web de la lotería de navidad, varios estudios señalan que más del 70% de los agraciados con los premios de lotería acaban arruinados en menos de 5 años. Alfio Bardolla, de Alfio Bardolla Trainning Group apunta: «Es muy común escuchar casos de ganadores de loterías que han recibido varios millones de euros y al cabo de 3-5 años cuentan su dramática historia de cómo lo han perdido todo y han acabado arruinados«.
Pero además de la ruina económica (o a lo mejor por esta misma causa), muchas de las personas premiadas, a pesar de sentir una enorme satisfacción en el momento de ganar el premio, no llegan a experimentar un verdadero sentimiento de felicidad según refleja otro estudio de la Escuela de Economía de Estocolmo y de la Universidad de Nueva York. De hecho, pasados unos años, en cuanto a felicidad se refiere, estas personas manifestaban niveles similares a personas que habían sufrido un accidente de tráfico grave. Los ganadores obtenían una enorme satisfacción al instante de recibir el premio, pero no lograban tener un verdadero sentimiento de felicidad. No obstante, la diferencia entre satisfacción y felicidad habría que desarrollarla en otro artículo de carácter más filosófico.
¿Cuáles son las causas que llevan a un premiado a la ruina?
Las historias de personas que se arruinaron después de obtener una gran cantidad de dinero son muchas y variadas. Sin embargo, parece que algunos patrones se repiten en todos los testimonios.
Cuando una persona recibe tanto dinero de golpe hay un desequilibrio. Se produce un impacto emocional muy fuerte con picos de euforia que pueden llevar a una persona a tomar decisiones ilógicas e irracionales con respecto a negocios o compras muy caras.
Según este estudio de Camelot & Oxford Economics el 82 % aprovechó para comprarse una casa, lo cual parece lógico. Pero quizá compraron una mansión o una casa que después no podían mantener. También hay un amplísimo gasto en coches que en el 16 % de los casos son marcas de lujo. Y, por último, otro destino muy común para los millones son unas buenas vacaciones.
Esto es en lo que se refiere a gastos individuales o del grupo unifamiliar, pero no nos olvidemos del entorno. Cuando uno recibe un cuantioso premio puede experimentar presiones más o menos directas de familiares o amigos para solicitar préstamos u otro tipo de ayuda económica. De hecho, en muchas ocasiones, los ganadores han preferido mantener la noticia en absoluto secreto. Querer ayudar a los demás es justamente uno de los aspectos que favorecen alcanzar el sentimiento de felicidad, pero no tener límite en este sentido también puede ser perjudicial.
Por último, la gente que no está acostumbrada a manejar mucho dinero no tiene visión a largo plazo y vive con la falsa sensación de que esa cantidad es inagotable, lo que lleva a realizar gastos impulsivos y sin planificación.
Consejos para «sobrevivir” al premio
Tener la suerte de recibir una cuantiosa e inesperada suma de dinero no debería suponer la ruina, al contrario, debería ser una oportunidad de oro para poder tener una vida resuelta en el plano económico. Como hemos visto, por defecto esto no resulta tan sencillo así que hemos recopilado algunos consejos por si algún día la fortuna está de tu lado.
- Educarte en finanzas: El principal problema de las personas a las que les llega un dinero por sorpresa es que no están preparados para gestionarlo. No saben cómo invertirlo adecuadamente para que el dinero trabaje para ellos, diversificarlo o ahorrar lo necesario. Para esto es primordial tener una buena base en cuanto a educación financiera y si uno no se ve capacitado al principio, al menos buscar la guía de un buen gestor financiero.
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- Gestión de impuestos: Hacienda es uno de los principales actores en el mundo de la lotería y los juegos de azar. En ocasiones, por desconocimiento, se puede caer en errores tributarios, lo que a la larga puede traernos muchos quebraderos de cabeza. En esta ocasión también conviene contratar un buen gestor para ayudarnos.
- Tener un plan a largo plazo: Entender que por muy grande que sea la cuantía del premio, si no se invierte bien, el dinero puede agotarse a una velocidad asombrosa. Apoyados en el punto de la educación financiera, lo primero sería trazar un plan y marcarse unos objetivos financieros para guiarnos en nuestro manejo del dinero.
- No cambiar radicalmente de estilo de vida: Sobre todo si no se sabe gestionar bien el capital, no conviene pensar que se puede “vivir como un millonario”, aunque la cuenta del banco refleje lo contrario. Las personas más ricas del mundo trabajan muchísimas horas y gestionan sus inversiones con amplios grupos de personas, crean empresas, generan nuevos negocios… Muy pocos, por no decir ninguno, responde a la fantasía de millonario bebiendo caipiriñas 24/7 en una isla del Caribe.
Como ves ganar la lotería, en la mayoría de los casos, no es la solución a todos los problemas económicos de una persona. En ocasiones, más dinero trae más problemas. Sin embargo, si llegases a obtener un premio de este tipo, ya hemos comentado que la educación financiera es la clave para poder sacarle el mejor partido. Así que enhorabuena porque si estás leyendo este artículo significa que estás en el buen camino.
