Al escuchar “bolsa de valores”, se dibuja en el imaginario colectivo el parqué de la bolsa de Nueva York atestado de gente, dando órdenes desesperadas por teléfono y gesticulando entre pantallas indescifrables. Pánico. Euforia. ¿Qué les provoca estar al borde de la locura?
Sin duda el aspecto actual del “parqué” es menos concurrido, pero, las emociones de los implicados siguen dependiendo de los mismos factores: subidas y bajadas de valores, con las repercusiones económicas que conllevan.
El mundo de la bolsa es tan fascinante como complicado. Detrás de cada orden de compra o venta hay un agente cuyos conocimientos y trayectoria profesional avalan la decisión a tomar. De su determinación y capacidad de análisis, depende en gran medida el éxito de una operación.
Hoy, en Tu futuro próximo, te proponemos una visita breve al parqué para que conozcas un poco más sobre la bolsa y su funcionamiento.
Las bolsas, o mercados de valores, son mercados de compra-venta de determinados activos financieros. Como en cualquier mercado, tiene lugar un encuentro entre vendedores y compradores. En este caso, entre empresas e inversores.
Son más de 100 los mercados de valores internacionales que cotizan en el mundo; la Bolsa de Tokio, la de Shanghai, la de Londres, etc. La más importante de ellas es la Bolsa de Nueva York. Ubicada en Wall Street, distrito financiero por excelencia, se estableció en 1792 y en la actualidad su capitalización bursátil supera los 23 billones de dólares (según datos de bolsademadrid.es)
¿Qué se compra y se vende en la bolsa?
No es el único, pero, uno de los principales motivos por el que una empresa decide “salir a bolsa”, es la captación de recursos. Es decir, la bolsa es un canal más de financiación para las compañías que cotizan en ella.
Para ello, las empresas ponen a la venta activos financieros, siendo los más comunes las acciones, los bonos o las obligaciones.
La bolsa es pues el mercado oficial y organizado al que acuden los inversores (tanto instituciones como particulares) a comprar estos activos financieros que las empresas ponen a la venta, en un entorno de total seguridad legal para estas transacciones.
¿Por qué sube o baja la bolsa?
En líneas generales, la ley de la oferta y la demanda influye en la Bolsa como en cualquier otro mercado. Cuando hay muchos títulos disponibles y muy poca demanda, el precio de éstos, baja. Si por el contrario hay poca oferta de un valor y muchos compradores interesados, su precio se dispararía al alza.
En la práctica no resulta tan sencillo y cabe analizar cuáles son las motivaciones de los inversores a la hora de comprar o vender un activo determinado. Existen muchos factores que hacen fluctuar los precios de los valores que componen un mercado, y no siempre son lo suficientemente objetivos.
La situación global de la economía, obviamente, incide en la confianza de los compradores. Ante situaciones de inseguridad como guerras, desastres naturales o rescates económicos a países, los inversores pueden entrar en pánico y liquidar todos sus activos, llegando a provocar fuertes caídas en las bolsas.
Otro factor influyente son los tipos de interés. Fijados por los Bancos Centrales, cuando son bajos, la bolsa resulta una opción más atractiva para los inversores pues pueden obtener mayor rentabilidad.
Los flujos de liquidez, que corresponden a la entrada de dinero en el mercado, suelen traducirse en compras propiciando subidas en las bolsas o al menos, conteniendo las bajadas.
Los resultados empresariales son determinantes en el precio de una acción ya que muestran la trayectoria de una compañía y ayudan a prever su evolución.
Las noticias y la información que llega a los mercados generan expectativas entre los compradores. Las expectativas y el análisis económico que hagan de la inversión, propiciarán la compra de un valor en vez de otro.
El riesgo viene dado por la diferencia ente la rentabilidad fija y la rentabilidad variable y es otro factor que influye en el precio de los títulos.
Podemos saber si la tendencia de un mercado es al alza o a la baja gracias a su índice bursátil. Se trata de un indicador estadístico que refleja la situación en la que se encuentran las empresas que operan en esa bolsa. Normalmente, muchas de las empresas de un mismo mercado de valores fluctúan al mismo tiempo, por lo que este indicador nos da rápidamente una idea del comportamiento general de ese mercado.
Los índices más conocidos son Dow Jones (EE. UU.), Nasdaq (EE. UU.), Eurostoxx 50 (Europa) o Nikkei (Japón). El índice de la Bolsa de Madrid, es el IBEX 35.
La globalización actual y la facilidad que proporciona la tecnología para comprar y vender en la bolsa, permiten a los inversores actuar de manera instantánea y conocer en tiempo real el comportamiento de los mercados. El atractivo de su rentabilidad es proporcional al riesgo que conlleva por lo que, desde Tú Futuro Próximo, te recomendamos que busques asesoramiento al hacer este tipo de operaciones.
Si estás decidido, recuerda que lo mejor es no empezar con inversiones muy agresivas, diversificarlas y no comprometer tu situación financiera. Si el mundo de la Bolsa te llama la atención, en este artículo puedes encontrar algunos consejos para invertir en bolsa.