El primer impuesto sobre la renta que se conoce fue instaurado en 1799 por el gobierno británico para financiar los enormes costes de la guerra con la Francia revolucionaria. Hoy, con distintos matices y grados se impone en todo el mundo.
No existe en la Unión Europea ninguna norma general que establezca el tipo y cantidad de impuestos que se deben pagar: cada gobierno nacional tiene la libertad para diseñar la política fiscal que considere más adecuada y decidir los importes que deben tributar los contribuyentes. Es por eso que se producen grandes diferencias de un país a otro.
No obstante las comparativas entre países son un mecanismo muy positivo para dar con propuestas alternativas, sistemas que podrían ser más eficientes y también para detectar tendencias comunes.
En España, el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), es un impuesto progresivo, es decir que el porcentaje aumenta en tanto sube la renta y se calcula sobre los ingresos obtenidos en un año. El porcentaje también varía según la comunidad autónoma en la que se tribute: puede ir del entorno del 19% para las rentas más bajas y llegar hasta el 48% para los ingresos más elevados. También debe tenerse en cuenta que existen diversas deducciones posibles sobre la base imponible.
Aquí te mostramos un cuadro comparativo de todos los estados miembros de la UE.
Como puede verse, Bulgaria, Rumania Malta y Estonia son los países con menor carga sobre la renta mientras que Eslovenia, Bélgica, Finlandia y Portugal son los que registran mayores imposiciones en los tramos de ingresos más altos.
Fuente: Expansión/Datosmacro.com
- Tipo medio: Individuo SM tipo medio del impuesto de la renta de los trabajadores (incluida seguridad social) que pagan los trabajadores solteros que cobran el salario medio.
- Tipo máximo, incluida seguridad social.
- Veces SM para tipo máximo: cuantía de salario a partir del cual se aplica el tipo máximo. Se calcula en función del salario medio del país.
Presión fiscal
Otro enfoque para comprar la situación impositiva en la región es observar la presión fiscal, también llamada presión tributaria, que es el total de impuestos que recauda el sector público de un país en relación a su PIB, incluidas las contribuciones sociales. Dicho de otro modo, es el porcentaje del PIB que los ciudadanos destinan al pago de impuestos. Y refleja el que representa la recaudación sobre la riqueza el país.
En el siguiente cuadro, que recoge información de Eurostat, la oficina de estadística europea, se presentan los porcentajes y su variación en los años recientes.
Los últimos datos consolidados son de 2020, cuando se observa que España se ubicó casi 4 puntos por debajo de la media de la Unión Europea, con 37,5%, aunque registrando el máximo de los últimos años, que viene creciendo a ritmo sostenido desde 2009, tras la fuerte caída de 2008 como consecuencia de la crisis bancaria.
Lo países con mayor presión fiscal en 2020 fueron Dinamarca y Francia, mientras que los que registran presiones más bajas fueron Irlanda y Rumania.
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