Muchos de nuestros proyectos serían inalcanzables sin el apoyo económico de nuestros familiares. Comprar una vivienda, cambiar de coche, emprender un negocio, sea cual sea tu sueño, pedir prestado dinero a un familiar es una forma sencilla de conseguir apoyo financiero minimizando el papeleo y las cargas fiscales.
Aunque todo quede en casa, lo primero que no debemos olvidar es que la naturaleza del préstamo implica la devolución de la cantidad prestada, ya sea con intereses o sin ellos. De lo contrario, Hacienda podría considerarlo una donación encubierta y reclamarnos el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que suele ser elevado.
Para que algo tan sencillo como pedir dinero prestado a la familia no suponga un problema con el fisco, conviene tener en cuenta una serie de requisitos para que el préstamo quede formalizado correctamente.
Pasos para formalizar un préstamo entre familiares
Empecemos por registrar el traspaso de dinero adecuadamente como un “préstamo entre particulares” siguiendo los siguientes pasos:
1.- Plasmar el préstamo por escrito
Es necesario formalizar la deuda mediante un contrato escrito que recoja los datos más relevantes de la operación: datos personales de las partes, destino del préstamo, importe, plazos de devolución, tipo de interés (puede ser interés 0, pero hay que especificarlo expresamente), fecha, lugar y firma de ambas partes. Puedes ver un ejemplo en la web de la OCU.
Recalcamos la importancia de señalar la gratuidad del préstamo si este se pacta sin intereses ya que, de lo contrario, Hacienda podría exigir al prestamista tributar en su IRPF por una contraprestación equivalente al interés legal del dinero en ese momento.
Es posible añadir cláusulas especiales que recojan situaciones como una prórroga adicional u otro tipo de circunstancias.
Además de evitarte sustos con Hacienda, formalizar el préstamo por escrito es la manera de blindarse ante impagos en el futuro si hubiera conflictos entre los familiares firmantes.
2.- Registrar el préstamo
Si bien no es necesario elevar el contrato a escritura pública (con lo que podemos ahorrarnos los gastos del notario), es conveniente registrarlo y que la Administración lo selle.
Para ello, disponemos de un mes desde la fecha de realización del contrato para presentarlo en la Oficina Liquidadora junto con la liquidación del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (Modelo 600). Quien recibe el dinero será el encargado de presentar este documento en la delegación de Hacienda de la comunidad autónoma donde resida.
Los préstamos entre particulares están exentos de tasas y su tramitación es gratuita, pero no debemos olvidarnos de realizar este trámite para que quede registrado oficialmente.
Devolución de las cuotas
Como hemos dicho anteriormente, es imprescindible devolver el dinero para que el préstamo no sea considerado por Hacienda como una donación.
Por lo tanto, debemos cumplir con los plazos de devolución acordados en el contrato y recomendamos que los pagos se realicen mediante transferencia bancaria para dejar constancia de su legalidad.
En el lamentable caso de que fallezca una de las partes antes de que el préstamo sea devuelto en su totalidad, hay que tener en cuenta que el importe pendiente se incorporará a la herencia. Es decir, si falleciera el prestatario (quien lo recibe), serán sus herederos los que paguen la deuda y, si falleciera el prestamista, la deuda pendiente tendrá que ser abonada a sus herederos.
Cancelación del préstamo
Cuando el préstamo esté devuelto, recomendamos firmar un documento en el que el prestamista reconozca que ha sido cobrado en su totalidad.
De nuevo, conviene presentar este documento de cancelación en la Oficina Liquidadora del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales junto con los documentos que acrediten dicha devolución y el Modelo 600.
El exceso de confianza nos puede hacer caer en la tentación de no darle a este tipo de transacciones la importancia que se merecen. Por lo tanto, a pesar de la sencillez del trámite, si vas a firmar un préstamo entre familiares, te recomendamos que registres correctamente tanto su formalización como su cancelación para la tranquilidad de ambas partes.