Tanto si se trata de tus finanzas personales como de tu empresa o negocio, el patrimonio neto es un dato fundamental: es la cifra que indica realmente lo que tienes y en qué situación financiera estás.
Si alguien te preguntara por tu situación patrimonial, ¿dirías que es buena o mala? ¿En qué datos te basarías para responder?
Debes saber que muchas veces las apariencias engañan: tener altos ingresos, mucho dinero ahorrado o varios bienes no necesariamente indican una buena situación económica. Lo importante no es saber todo lo que tienes (tu patrimonio). La clave para medir la situación real de una persona física o empresa está en conocer su patrimonio neto.
Para explicarlo fácilmente, el patrimonio neto es todo lo que se tiene menos todo lo que se debe. O en términos más técnicos: es la diferencia entre el activo y el pasivo.
Patrimonio neto = activo (todo lo que se tiene) – pasivo (todo lo que se debe)
El patrimonio neto puede ser positivo, pero también puede ser negativo, si las deudas superan los activos. Y eso nunca es bueno. Por eso, para mejorar la situación, lo importante es enfocarse en hacer crecer el patrimonio neto. Esto se logra de dos formas:
- Aumentando los activos, es decir, lo que se tiene.
- Reduciendo/eliminando el pasivo, o sea, las deudas.
Muchas veces evaluamos la situación económica de las personas por lo que se ve: su casa, su coche, el colegio al que van sus hijos, su ropa, su móvil o, en general, su nivel de vida. Lo que no vemos son sus deudas.
En el caso de una empresa o negocio, puede decirse que el patrimonio neto es el valor de la empresa: el monto que obtendrían los socios si se vendieran todas las propiedades de la empresa y se pagaran todas las deudas.
Es un dato fundamental que debe figurar en el balance de situación, junto con el activo y el pasivo. Es un indicador crucial para saber si el negocio funciona correctamente. Si el patrimonio neto es mayor que cero, significa que la empresa está financiada con su propio dinero y no tiene deudas u obligaciones. Si es igual a cero, todo lo que posee lo ha comprado con deuda. Pero si el patrimonio neto es negativo, significa que debe más de lo que tiene y que su situación es delicada.
Patrimonio neto: algunos ejemplos
- Supongamos que tu cafetería compra una motocicleta de 15.000 € para hacer entregas a domicilio. Para ello, pide un préstamo bancario. Así, la moto pasa a formar parte del activo de la empresa, pero también de su pasivo por el mismo importe. En este caso, el patrimonio neto de la empresa no cambia: sumó un bien a su patrimonio pero también una deuda por el mismo valor. Pero si la compra se realiza con dinero que ponen los socios, la empresa suma un activo de 15.000 € y ningún pasivo. Es decir, aumenta su patrimonio neto en 15.000 euros.
- Una fábrica de ropa que tiene 50.000 € en mercancía, 100.000 € en maquinaria y 20.000 € en una furgoneta para entrega, y no tiene más deudas que el pago de los salarios del mes en curso por 10.000 €, entonces su patrimonio neto es de 160.000 €.
- Si el activo de una empresa* es de 50.000 € y su pasivo** es de 20.000 €, entonces su patrimonio neto*** es de 30.000 €. Es decir, el importe que obtendrían los dueños si vendieran todo lo que tienen y se pagaran los 20.000 € que deben.
El patrimonio neto en las empresas
Si se trata de una empresa o negocio, los conceptos activo, pasivo y patrimonio neto son algo más complejos.
*Cuando se habla del activo de una empresa, se hace referencia a cualquier bien tangible (dinero, mercadería, maquinarias, equipos, propiedades, vehículos, etc.) o intangible (patentes, aplicaciones informáticas, capital humano) que posee o controla la empresa y del que espera obtener un beneficio económico por su uso, renta o venta. A su vez, se dividen en:
- activos corrientes: los de rápida convertibilidad en efectivo, como saldos de caja, cuentas bancarias, facturas a cobrar o derechos de cobro a corto plazo.
- activos fijos, o de convertibilidad no inmediata: créditos concedidos a mediano y largo plazo, bienes de capital, muebles e inmuebles (clásicamente llamados inversión o capital no financiero).
**En cuanto al pasivo de una empresa, se refiere a las deudas y obligaciones de pago frente a terceros: proveedores, préstamos bancarios, hipotecas, etc. Es lo que aparece en la parte derecha del balance de situación. Se clasifican en pasivo corriente (a corto plazo) y no corriente (a largo plazo, o sea, más de un año).
*** Cuando se habla del patrimonio neto de una empresa es equivalente a lo que se llama fondos propios: se trata del capital inicial (el dinero con el que se inicia la actividad) ya sea de uno o varios socios. También es el dinero restante, o los beneficios que tiene la empresa a final del año por la actividad que realiza. Si los beneficios (dividendos) no se reparten entre los socios, ese importe pasa a integrar los fondos propios de la empresa para el siguiente año, y por tanto, aumentan su patrimonio neto. Lo mismo sucede en caso que los socios hagan nuevos aportes de capital, por ejemplo, para comprar determinada herramienta o equipo.
El patrimonio neto, en definitiva, determina el valor real y total de una empresa, por lo que es un dato a tener siempre en cuenta en materia de financiación y/o colaboración.