Comprar, mejorar y vender: esto es lo que hacen las empresas o sociedades de capital riesgo.
Si quisiéramos resumir, diríamos que la actividad de una sociedad de capital riesgo es potenciar el valor de pequeñas y grandes empresas inyectando capital. Sin embargo, creemos que es un tema apasionante por el que merece la pena extenderse un poco. Vamos a ver cómo funcionan estas entidades y qué valor tienen para la economía de un país.
Cómo funcionan las entidades de capital riesgo
Las entidades o sociedades de capital riesgo adquieren negocios con una gestión deficiente para optimizarlos, hacerlos más rentables y poder venderlos después a un precio superior del que se pagó inicialmente. La clave de este proceso es conseguir aumentar el valor de la empresa mediante asesoría y apoyo económico para su crecimiento, sin desestimar la importancia de comprar y vender en el momento indicado. Se trata de inversiones a medio plazo, interesantes para quienes dispongan de una cierta solvencia y carteras diversificadas para afrontar posibles pérdidas (de ahí lo de “riesgo”).
Es común que estos negocios sean empresas de nueva creación que aún no han alcanzado una estabilidad económica pero que tienen gran potencial de crecimiento, como las tecnológicas. No obstante, los capitales de riesgo actúan en todo tipo de empresas, con diversos tamaños, jóvenes o ya consolidadas.
Aunque en España se engloban estas actividades bajo un mismo nombre, “capital riesgo”, en el mundo anglosajón se distingue entre las inversiones en empresas en sus primeras fases de desarrollo, “venture capital”, o aquellas ya consolidadas, pero con una gestión poco eficiente o un crecimiento estancado, “private equity”, que llevan asociado un menor riesgo que las primeras.
El proceso de estas actividades se divide en cuatro fases:
– Estudio de viabilidad de la inversión
– Inyección de capital
– Proceso de impulso del negocio
– Retirada del capital
Estudio de viabilidad de la inversión
Los inversores deben estudiar previamente en qué empresas se inyectará el capital ateniéndose a criterios de proyección del negocio, tamaño y crecimiento del sector, rentabilidad, situación económica de la empresa y valor en el momento de la compra. La valoración corre a cargo de un Comité de Inversión que estudia la viabilidad de las propuestas de varios empresarios.
Inyección de capital
La inversión y la toma de control de la empresa puede realizarse de varias maneras. Comúnmente encontramos las siguientes:
Adquisición por parte de la dirección
Un grupo de directivos de la empresa adquieren una parte o la totalidad de la misma con el apoyo de una empresa de capital riesgo.
Management buy-in
Es personal externo quien adquiere la empresa y toma el control de esta con el apoyo de los inversores.
Management Buy In Management Buy Out:
La dirección de la empresa adquirida la componen directivos internos y externos a la misma.
Proceso de impulso de negocio
Sin duda, la parte más interesante del proceso es la revalorización del negocio adquirido. Mediante un servicio de asesoría estratégica, la empresa optimiza el uso de sus recursos para aumentar los beneficios. Estudiar la viabilidad de ampliar el negocio con más sedes, reducir costes automatizando procesos o reestructurar su plantilla son solo algunas de las medidas que pueden ponerse en marcha.
Retirada el capital de riesgo
Una vez se ha consolidado la posición de la empresa y se ha aumentado su valor, el inversor se retira. Existen varios modos de hacerlo:
- Compra por parte de otro inversor.
- IPO (Oferta Pública Inicial) o lo que es lo mismo, su salida a bolsa.
- La empresa recompra las acciones.
- Compra por parte de otra entidad de riesgo.
Las operaciones de capital de riesgo son importantes para construir economías fuertes donde las nuevas empresas tengan oportunidades de crecimiento. Ayudan a establecer un tejido empresarial sólido con el apoyo a negocios dinámicos e innovadores y, por su especial interés en empresas tecnológicas, es una herramienta muy valiosa que aporta riqueza a los países.