¿Has pensado alguna vez en contratar un plan de pensiones? ¿Es rentable? La incertidumbre sobre el futuro es una de las preocupaciones más comunes con la que nos encontramos, y cuando hablamos de economía nuestra intranquilidad se multiplica.
El ahorro es aún una asignatura pendiente para nosotros y la insostenibilidad de los planes de pensiones públicos nos inquieta cada vez más. Quizás aún no has llegado a plantearte contratar un plan de pensiones o puede que ya estés valorando opciones y planeando en contratar uno. En cualquier caso, te contamos todo lo que debes saber antes te comenzar con tu plan de pensiones.
La rentabilidad del plan de pensiones
El plan de pensiones es la alternativa más popular para todo aquel que quiere asegurar su futuro, pero según los últimos datos, puede que esta opción no sea la más recomendable, al menos no para todo el mundo. Durante los últimos quince años, la rentabilidad media de un plan de pensiones ha sido del 3%, frente al 4,6% que ofrecen los bonos españoles y el 8,2% del IBEX 35.
Si solo tuviésemos en cuenta estos datos podríamos deducir que los planes de pensiones son una mala elección de ahorro. Antes de precipitarnos debemos conocer otros datos, como que el perfil español del ahorrador es muy conservador, lo que no es el mejor escenario a la hora de buscar la mayor rentabilidad. En este escenario la inversión en planes de pensiones sigue siendo conservadora, pero actualmente se encuentra en su máximo, al suponer casi un 40% del sistema de ahorro individual.
Probablemente, ahora te preguntes qué hacer para aumentar la rentabilidad de tu plan de pensiones.
La primera regla para aumentar la rentabilidad de los planes de pensiones es hacer inversiones periódicas
Históricamente hay dos momentos al año en los cuales las aportaciones al plan de pensiones se multiplican: Al finalizar el año, para que la factura fiscal de este año que concluye sea más baja; y durante el periodo de la campaña de IRPF de abril a junio, ya que muchos se dan cuenta de los beneficios de las inversiones en el plan de pensiones. Hacer inversiones únicamente en estos momentos es bastante desaconsejable, nadie quiere jugarse su futuro en una única carta.
Al hacer aportaciones más periódicas conseguimos un resultado más estable, con menos riesgos y a la larga más consistente. Se ha comprobado que se puede conseguir una rentabilidad mayor haciendo inversiones periódicas que con las inversiones puntuales. Otra de las razones por las que estas aportaciones son más aconsejables es que nos ayudan a mantener nuestro compromiso con el plan de pensiones. Podemos incluso automatizar estas aportaciones para evitar olvidos y ser responsables con nuestra jubilación.
Otras alternativas al plan de pensiones
Los planes de pensiones son el producto más habitual y conocida para prepararnos ante la jubilación , pero existen muchas otras que quizás se adapten mejor a nuestro estilo de vida.
El plan de previsión asegurado
Los planes de previsión asegurados son seguros de vida comercializados por aseguradoras y redes bancarias. Tienen muchas similitudes con los planes de pensiones, misma fiscalidad y liquidez, pero una gran ventaja frente al plan de pensiones, ausencia de riesgo.
Este plan asegura una rentabilidad fijada por las aseguradoras o bancos según la situación del mercado. Con un plan de pensiones la rentabilidad puede ser mayor o menor, pero si lo que quieres es evitar todo tipo de riesgo y tener la seguridad de saber tu ahorro final, este plan puede que sea para ti.
Fondos de inversión
Los planes de pensiones tienen un máximo de aportación anual de 8.000€, si en tu caso este máximo no es suficiente puede que te interesen los fondos de inversión. Las variedades de estos fondos son muy amplias, hay una gran variedad de activos para responder a las necesidades de cada tipo de ahorrador.
Además, los traspasos entre fondos de inversión están exentos fiscalmente, es decir, podremos ir cambiando de fondo de inversión hasta que encontremos el que mejor se adapte a nosotros sin ningún impacto fiscal, únicamente se producirá en el momento de rescatar la inversión.
La hipoteca inversa
Para conseguir una renta vitalicia podemos optar por realizar una hipoteca inversa. El usuario debe ser mayor de 65 o dependiente para poder beneficiarse de esto. Este pone su vivienda como garantía al banco para recibir una renta vitalicia que dependerá del valor de esta y de la edad del propietario.
En este caso, el propietario disfrutará de la misma hasta su fallecimiento y serán sus herederos los encargados de decidir qué hacer con ella cuando llegue el momento. Tienen un año para decidir si vender la casa y saldar la deuda con el banco, crear una nueva hipoteca o liquidar la deuda con su propio dinero y quedarse con la propiedad de la vivienda.